Las soluciones que entrega Aquadetect surgen gracias a la aplicación de diversas ciencias como la geofísica, geología, agronomía y ciencias computacionales para entender los procesos de la dinámica del agua en los suelos y en los acuíferos. Gracias a esto la empresa entrega a sus clientes una visión integral de las diversas acciones que se deben tomar para alcanzar la seguridad hídrica en un campo. En ese sentido Daniel Cabrera, gerente general de Aquadetect, nos cuenta “Para nosotros el suelo no es solo un estanque que almacena una cantidad de agua determinada. El suelo está caracterizado por heterogeneidades y propiedades hidráulicas que determinan el movimiento de agua en el suelo y nosotros modelamos estos aspectos, utilizando como fuente de información tecnologías existen en el mercado y también I+D propio, lo que nos ha posicionado como un referente de la Agrogeofísica en Chile” Aquadetect realiza estudios para optimizar la inversión en la construcción de pozos mediante evaluaciones hidrogeológicas y geofísicas que permiten reconocer la presencia de agua subterránea en predios y su potencial de extracción. De esta manera se entregan recomendaciones sobre donde perforar y las características que debe tener un pozo para asegurar un acceso sostenible de agua y maximizar la cantidad extraída al momento de perforar En su compromiso con el uso uso eficiente del recurso obtenido, ya sea agua superficial o subterránea, la empresa ha desarrollado un innovador servicio de estudios agrogeofísicos de suelo, gracias a lo cual se entregan recomendaciones para asegurar una máxima eficiencia de aplicación de agua de riego al reconocer con alta resolución la variabilidad de suelo existente en los campos. Este servicio permite diseñar esquemas de riego que consideran la dinámica del agua en cada sector del campo y también posicionar sensores en sitios que son realmente representativos de un área del campo. Finalmente Daniel Cabrera nos comenta “En el área del riego, en la última década en Chile hemos visto avances importantes en el uso de tecnología para el riego eficiente, monitoreo y automatización, como también en la agricultura digital, gracias a la cual podemos revisar distintas variables del campo desde el celular. La incorporación de tecnología se refleja en la productividad y retornos de la cosecha pero aún existe más por hacer. La competitividad del rubro agrícola nos exige innovar constantemente como país y hoy en día debemos apuntar a alcanzar una homogeneidad productiva con fruta de buena calidad, para lo cual debemos conocer de manera precisa el suelo en cual cultivamos para aplicar eficientemente los distintos insumos que requiere la planta”.